Recuerdo como si fuera hoy, como estudiábamos y corríamos alrededor del árbol que estaba en medio de nuestra escuela elemental. Mis mejores amigas fueron tus novias y yo viví feliz con eso. Yo era la que todos utilizaban para los mandados a la tienda de Paco y el Dominiqui, y tú eras el deportista de ojos claros al que todas las niñas se morían por besar. Y fui tu amiga, tu confidente. Yo fui la primera en verte al inicio de clases cuando venias de un pueblo muy cercano al nuestro. Mis ojos se deslumbraron y sentí como las palmas de mis manos sudaban y como temblaban cada vez que te tenía cerca. Y nos hicimos amigos, nos adorábamos. Me salvaste de miles desprecios y me defendías ante todos, era tu niña frágil. No me perdía ni un solo juego de cualquier cosa porque estabas en todos los equipos. Salía a las 3 de la tarde y espera hasta las 4 y pico a lo que tu madre pasaba a recogerte para luego caminar muy sola hasta llegar a casa. Cada mañana a las 7 am ya estaba frente al portón de la escuela esperándote y tú… te fijaste en mi amiga, se enamoraron y te apartaste de mí. Llego otra chica bonita y al pasar el tiempo fue mi amiga, y también se enamoro de ti. Luche por años para que abrieras tus ojos y vieras que yo estaba ahí. Quizás no la más hermosa, de cuerpo perfecto y pelo liso, quizás no la más adecuada por que tus amigos se burlarían de ti, quizás no las más adecuada porque a pesar de llegar primera termine siendo ultima. Pero estaba ahí, frente a ti. Se acercaba nuestra graduación en el 1999 y sabias de alguna manera todo lo que sentía por ti. Era una niña amando como mujer. Mi madre a pesar de casi no poder me compro el mejor vestido azul claro hermoso, me llevo al salón y mi cabello quedo deslumbrante… la insignificante Muñeca se convirtió en una preciosa joya. Y al llegar a la graduación no me escogiste para desfilar y todos pensaban que lloraba de la emoción por ser alto honor y llevar uno de los mejores promedios y nadie percibió que sufría porque a pesar de esforzarme tanto, no me notaste. Y cargaba conmigo una deliciosa paleta de melón la cual decidí como niña que no comería hasta probar tus labios y ese día de la graduación al verte solo, fui, me tome una fotografía contigo me acerque a tu oído y te lo dije. Tú sonreíste y me abrazaste. Me dijiste que estaba preciosa pero que era tu mejor amiga y que no querías dañar eso, pero me dijiste guárdala, quizás algún día. Sonreí y me dije a mi misma que algún día pasaría. Y llegue a mi casa destrozada y la guarde en un cajón junto a una hermosa gargantilla que mi padre me regalo con mucho esfuerzo y dije que mi cuello la sentiría el día de mi boda contigo jajaja! Era una niña no me culpes por creer en los cuentos de hada. Y sabes? Pasaron tres años la paleta se la comieron las hormigas con todo y palo, envoltura y no quedaron rastros de ella, lo descubrí porque un día de enamorados de escuela intermedia mientras fui a la pequeña floristería a comprar una rosa para mi madre tu salías y yo entraba te detuviste frente a mí, me agarraste la cara y me diste un suave y cálido beso, me quede allí petrificada, volví a la escuela y al sonar el ultimo timbre corrí mas rápido de lo normal a casa para saborear aquella riquísima paleta que me recordaba a ti. Y busque y busque y no había rastro de ella, pero sonreí, conseguí lo que tanto deseaba. Aun quedaba la esperanza de una joven casi convertida en mujer (casi por el intento erróneo de aquel idiota), la gargantilla aun estaba en el cajón. Cada noche de mi existencia pensé en ti, seguías siendo mi amigo y mi amor secreto. Años después cuando estaba a punto de finalizar mi escuela superior quede embarazada y me toco mudarme a un hogar con mi novio y mi panza. Al recoger mis cosas encontré miles porquerías en un cajón, entre ellas una gargantilla casi sin color con pequeños brillantes y una nota que decía: “Esta gargantilla tocara mi cuello el día de mi boda con _______”. Nunca sentí la preciada pieza en mi cuello. Y hoy te veo feliz y también lo soy porque si algo hubiera pasado entre nosotros, hoy no fueras mi gran amigo y mi amor imposible, ese el que todas tenemos, un amor en lo más profundo de nuestros corazones, ese que hace parecer a los cuentos de finales felices ser solo eso… Cuentos!
Por:
Muñeca Delgado de Jesús
13 de octubre de 2009
1:23 pm
miércoles, 13 de enero de 2010
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