Ya se hace tarde para mí. Olvidaste todo y en el olvido esta mi nombre. Te he perdido. Y en este día en el que tu natalicio es recordado, me he dado cuenta que nunca podemos perder algo que no hemos tenido. Porque creía que habías sido mío, pero solo lo fuiste en sueños. Para no torturarme diariamente por el resto de mi no vida, he tomado la decisión de guardar en un cajón los recuerdos que llevo de ti en mi cartera. Fuiste quien me rompió el corazón pero no me interesa nadie más que no seas tú. Porque las cicatrices que llevo en mi pecho, las hiciste tu con cada acto, con cada engaño, con cada vez que me ignoraste. Mi mundo es demasiado oscuro sin ti porque eras tú quien llevaba luz a mis días con tan hermosa sonrisa. Porque aunque ya casi un año ha pasado los recuerdos siguen vivos, al cerrar los ojos los revivo una y otra vez y temo olvidarlos. Aunque deba borrar de mi psiquis cada roce de las yemas de tus dedos. Porque aunque estés a miles de kilómetros de mi, todavía puedo sentir tu olor en mi cama. Hacías que mi cuerpo sintiera lo que nadie. Siempre estaré enamorada de ti pero hoy he decidido intentarlo, borrar cada día compartido contigo. Me aferre demasiado a un sueño que ya estaba roto antes de convertirlo en realidad. Y aun sabiendo que no podría unir los pedazos de ese sueño, continúe luchando. Hoy eres el fundador de mis desilusiones. Cada pecado cometido lleva tu nombre. Te veo y no puedo disimular. Fue por ti que comencé a vivir y es por ti que decido dejar de hacerlo. Los meses no han pasado en vano, la locura me ataca, mi corazón está roto. Ni mil lobotomías podrán dejar salir los demonios que viven en mi cabeza, esos que le dan punzadas a los nervios que hacen mi corazón latir. Y cada vez que intento correr, huir, me derrumbo en pedazos. Busco respuestas a preguntas retoricas. Intento comportarme como una adulta pero al ver a mi lado y notar que no eres tú, me convierto en toda una niña. Solo tus dedos pueden borrar las marcas verticales que yacen en mis muñecas, esas que desgarró una yen dejando salir mi O positivo, la que perdía a chorros y mientras menos tenia, mejor me sentía. Porque solo tus besos pueden curar mi enfermedad que eres tu. ¿Pero no acabo de decidir guardar las memorias que tengo de ti?… es que así me pongo, contradictoria. Sería capaz de arriesgarlo todo por ti, pero tú por mí no puedes ni pagar los .10 que cuesta contestar un mensaje de texto, porque yo daría todo por ti y tu por mi ni siquiera donarías un suspiro, yo sería capaz de cometer insensatez mientras tu ni siquiera puedes mirarme a los ojos. Porque de nada me sirve borrar tu nombre de la lista de contactos si esos 10 números están grabados en lo profundo de mi memoria. Y te amo y al mismo tiempo te aborrezco por no estar, por no ser mío, por no tenerte, por no saber a que saben tus labios, por ser como eres te odio y te amo. Y brindo con una copa llena de mis últimas gotas de sangre, porque sé que esta vez no fallaré y en mi próxima vida, no sabré quien eres. Brindo por el amor no correspondido, brindo por, por, p … he abierto los ojos, ¿dónde estoy? Este cuarto con olor a plástico ¿qué es? Y observo mis manos vendadas y gritooo, maldita sea, una vez mas no lo logreee. Noooooooooooooo, noooooo! Y quien carajos se atrevió a salvarme… y lloro. Y desesperada busco cualquier cosa para terminar con mi vida (si le puedo llamar así) y no encuentro nada. Y oigo la puerta y me alejo, ni siquiera deseo ver quién es. Mientras pierdo las fuerzas, llorando de rodillas, siento unas manos cálidas que me levantan, unas manos amigables que acarician mi cabello, una voz que me ruega le perdone, esa voz, tu voz. Y no puedo mirarte. Y caes de rodillas frente a mí, juras que te equivocaste, que me amas, que no podrías perderme y maldita seaaaa no aparece nadie que me pellizque para levantarme de ese sueño tan real que hace que me arda la carne con el calor de tu cuerpo. Y no resisto, caigo rendida en tus brazos. Por fin puedo describir el sabor de tu lengua en mis labios, tus manos recorren mi cuerpo y siento que muero. Y en realidad muero y esta vez no es un sueño. Cuando despierto un hombre con una bata blanca me dice: “debes agradecer el resto de tus días la sangre de ese hombre que esta a tu lado, y no solo su sangre sino que también la fuerza con la que golpeo tu pecho e hizo reaccionar tu corazón”. Mire a mi lado y vi tu rostro sonriente. Hoy, no te tengo para mí pero vives en mis venas, por ti me despierto cada día y por ti mi cuerpo funciona. Por ti caminan mis piernas cada día para ir al hospital a verte en esa cama inmóvil. Ya varios años han pasado y mientras escribo estas líneas, escuche mi nombre. Despertaste, por fin te tengo y esta vez estoy muy segura que de la única forma que saldría sangre de mis venas seria para devolverte la vida que un día me diste. Pero ya no hace falta…
Por:
Muñeca O. Delgado de Jesús
1 de febrero de 2010.
2:34 pm
miércoles, 10 de febrero de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Si todo esto es verdad... duras palabras...
ResponderEliminarSiempre es dificil vivir... pero precisamente la vida, es lo único que tenemos. ¿No es por ello, que debemos vivirla?
Besos desde el otro lado del mar
Quisiera estar al otro lado del mar! Asi olvidaria cada detalle d mi vida q fuera insoportable!!! Pero en verano tomare un nuevo cursoooo
ResponderEliminar