martes, 26 de octubre de 2010

Nombre equivocado

Una noche sin poder cerrar los ojos y dejar que mi cuerpo agotado descanse sobre la cama. Una noche en la que mi pueblo acaba de perder dos jóvenes y comenzaron las especulaciones. Leí tu nombre y quede petrificada. Unos minutos antes había sentido un dolor inmenso en mi pecho, un mal presentimiento, creí que te perdía. Al ver esas cinco letras en mi status de facebook mi cuerpo perdió las pocas fuerzas que tenía y las lágrimas brotaban de mis ojos como lluvia. Jure que jamás quería sentir eso y el problema es que lo sentí. Arrastre mi cuerpo a fuera, llorando sin poder hablar para encontrar un refugio, mi refugio. Me abrazaron, llore y las palabras no salían. Lo único que pensaba era… fuel él, le dieron muerte, no puedo creerlo la semana pasada estuve con él, sus hermosos ojos me miraron agradecidos como siempre. Casi sin poder, conduje mi auto por las carreteras desoladas, tristes y vacías de aquel pueblo, mi Juncos. Te busque, no te encontré. Te llame y tu grabadora me aturdió. Confirman dos muertes, conocidos y al saber que no eras tú, dentro del sufrimiento sentí alivio. Pero qué alivio puede haber sentido esa familia, sus amigos cercanos y pude comprender su dolor porque segundos antes yo lo había sentido. Y estas con vida es lo que dicen pero no te encuentro, no te escucho, muero por verte. El dolor que atravesó mi osamenta es insoportable y no quiero volverlo a sentir, no quiero sentir que pierdo un gran amigo, no quiero tener que lamentar el tiempo perdido. Porque eres mi amigo y cuando te necesite aunque de una forma poco inusual, estuviste ahí. Me escuchaste por horas, calmaste mis penas, me hiciste reír como nadie. Y hoy no puedo permitirme perderte. Me niego a perderte. ¿Seré egoísta al sentirme tranquila al saber que aquellos cuerpos que yacían en el suelo no te pertenecían? No es egoísmo y quizás nadie me entienda. Solo los que pasan por momentos como este sabrán entender. Amigo de mi alma te ruego no me dejes. Las calles de mi adorado pueblo no son seguras, no está fácil sobrevivir en ellas, te ruego tengas precaución. No puedo permitirme pasar por el sufrimiento de anoche ni un segundo más. Hoy todavía siento la necesidad de verte y saber que todo está de maravilla. Tu gran amiga te espera… Aparece!

No hay comentarios:

Publicar un comentario