miércoles, 23 de septiembre de 2009

Inocencia Perdida


Julio doce una fecha que nunca podre borrar de mi memoria. Era toda una niña jugando a ser mujer. Gozaba del verano, lista para cursar el noveno grado. Amaba mis amistades, mi escuela, mi respeto. Cambie las muñecas por ti. Recuerdo que en esa fecha nos reconciliamos nuevamente, mis amigas te odiaban, mis padres intentaban soportarte, te llevaste mi inocencia. Sé que en el fondo todos sabían lo que iba a suceder. Fuimos a la playa con algunas amistades, tomamos, reímos. No puedo negar que te amaba, que pasaba el tiempo junto a ti muy feliz, me hacías sonreír. Dimos vueltas en aquella carcacha de tu amigo, forcé a mi amiga a acompañarnos, la deje sola con aquel monstruo horrible, gracias a Dios ni le hablo. Tú me llevaste a la orilla de la playa nos besamos apasionadamente me rogabas para que fuera tuya. No tenía el valor, era una niña, me encantabas tus besos pero solo eso, no quería más. Pero despertaste mis sentidos, me humedecí, me temblaron las rodillas. Logre detenerte, logre pensar mientras aquella no pensaba. Nos fuimos de camino a nuestro pueblo a casa de otra de mis grandes amigas. Allí solo quedamos ellas, tu y yo. Les comente lo que había sentido, una se rio y me dijo no temas, déjate llevar, la otra me suplico no lo hagas. Yo quería pero no me atrevía. Ignore a mi sabia amiga. Accedí entrar en aquel cuarto oscuro con sabanas de muñecos animados. Me besaste y se largaron mis miedos. Me deje llevar, quitaste mi camisa con dulzura, soltaste mi sostén, acariciaste mis senos, bajaste mi pantalón de la pijama, me recostaste en aquella pequeña cama que ni siquiera era tuya, menos mía. Te permití entrar en mí. Me hiciste “mujer” siendo una niña. Fuiste cuidadoso pero aun así, era débil, no sabía ni qué diablos hacia. Con calma, despacio. Me susurraste al oído que si todo iba bien. IDIOTA! Como todo iba a estar bien si me arrancabas la ingenuidad. Te llevaste lo mejor de mí. Sufrí, llore, dolió hasta decir basta. Quedaste satisfecho y yo… destrozada. El bochorno enrojeció mis mejillas, no me atrevía a mirarte a la cara. Te pedí que te fueras y no lo pensaste dos veces. Nunca más supe de ti. La tierra te trago. Yo sufrí cada día restante de mi verano. Te llore, desee encontrarte y romperte los huesos. Apretar tu garganta con mis manos hasta quitarte el aire. Vengarme. Nunca más te vi. Viviendo en el mismo lugar, jamás supe de ti, ni por casualidad te encontré. Cuando por fin lo supere, con lagrimas, sollozos, canciones de despecho, depresiones, cuando por fin te había borrado de mi mente, cuando ya había conocido un hombre un verdadero hombre ya estaba en cuarto año y tu maldito apareciste. Tu esposa cursaba el grado 10. Y te vi, miles cosas pasaron por mi mente, me mandaste a buscar solo para herirme más. Al parecer las niñas eran tu especialidad. Te ame. Quise romperte cada diminuto hueso del rostro y no pude. Sentí amor al verte. Mi primer hombre, mi primer novio, mi primer amor. Sentí como si fuera ayer todo lo que sucedió el 12 de julio y sufrí, caí, morí. Caí derrotada nuevamente, volví al pasado y el nunca se ira. Donde estas? Te busco. Tu cuerpo es mi sombra. Tu vida el laberinto oculto de la mía. Perdida en una historia sin fin. Corriendo por interminables senderos. Alguien que me rescate y me lleve a casa? No sé quién eres pero sálvame. Porque todo es tan confuso, tan deprimente. Pasan mil noches tratando de averiguar el porqué de cada cosa. Y es sencillo. Siempre tiene que haber un primero. Un primer amor, un primer hombre, un primer beso, un primer desliz, un primer sueño, un primer cabrón que te rompe el corazón y uno que fue tu primer todo y te jode la vida. Qué clase de hombre eres???… si es que lo eres. Fuiste una experiencia única en mi vida. Y la maldigo cada día de mi existencia. Porque cada cosa me recuerda lo idiota que fui. Debí esperar al hombre perfecto (ese que no existe). Y te di todo y tú a mí, mal sabores, desilusiones, sueños rotos y coraje. Adolescencia perdida. Inocencia arrancada, pureza eliminada. Corazón roto. Tiempo perdido. Frustración. Malos recuerdos y buenos a la vez. Tu recuerdo tala mi cerebro cada día de mi existencia hasta hoy. Te vi del brazo de ella y me alegre tanto de no ser yo. Sonreí e imaginariamente te perdone. No importa…te ame, y el pasado solo es eso pasado. Hay que seguir adelante. Solté lágrimas de alegría, te perdone por amarme, por ser hombre, por olvidarme. Y te doy las gracias por haberme hecho mujer porque gracias a ti hoy gozo de una experiencia increíble junto al hombre de mi vida, de mis sueños. Y tú… tú… simplemente no eres nadie. Solo fuiste una pieza que el destino utilizo para mi maravilloso porvenir, mi futuro junto a él. Hoy sonrío al recordarte y solo me causas lastima. Y sabes? Tu solo te llevaste mi virginidad ni siquiera me hiciste mujer…



Por:
Muñeca Delgado de Jesús
2 de septiembre de 2009.
10:16 pm


No hay comentarios:

Publicar un comentario