Que grande tu amor, que grande mi amor. No puedo borrar de mi mente todo lo que vivimos juntas. Tu hermosa sonrisa, tus tristes lagrimas, tu redondo vientre, cuando solíamos embriagarnos del mas barato de los vinos de vuelta allá en los 2000, cuando tu pelo corto rojizo y rizado era más suave que una caricia. Cuando dormir a tu lado era más seguro que los brazos de mi padre. Viví los más preciados años de mi juventud junto a ti querida amiga y no me arrepiento del más mínimo detalle. Las escapadas al rio, a la disco. Tú forma de vestir, tu inteligencia en el computador, tu belleza, tu interior. Recuerdo todas las maravillas que intentaste hacer por mí… pérdida de tiempo, seguí siendo la misma! Y aprendiste a amarme, y yo me encariñe contigo. Y nunca uno de nuestros nombres se mencionaba solo. Éramos una. Te prefería ante cualquiera y era capaz de desmembrar el cerebro de aquel que te hiciera daño, porque eras tú mi niña frágil la que llenaba mi alma. Hoy te dedico mis letras como nunca antes lo había hecho y me pierdo en los mejores recuerdos y los vivo una y otra vez. Pero llego el demonio y nos daño, nos hizo pedazos y dejamos de ser una… crecimos, amamos, nos perdimos. Aquí estamos una vez más enfrentándonos al mundo. Dejándoles saber que pueden pasar mil años y nadie borrara de mi o de ti todo lo que vivimos. Hablamos y entendimos porque crecimos, maduramos. Y el más puro de los amores pasa mil pruebas… aquí estas tú y aquí estoy yo, de pie, de frente. Te miro a los ojos y deseo abrazarte como antes. Recuerdas? Cuando éramos unas chiquillas manejando los maquillajes y la radio. Enamoradas de la vida, bailar, la música, el internet. Apaga el aire y prende el abanico a eso de las 5:45am, vestir a un amigo de mujer, guerrear en la superior, besar a un conocido de internet, meternos al agua helada de aquella alberca con toda la vestimenta. Amar simplemente amar. Capaces de hacer cualquier cosa con tal de que tu madre no nos descubriera ebrias. Capaces de enfrentar el mundo la una por la otra. Y crecimos y olvidamos y sufrimos. Y aquí estamos una vez más… tú para mí, yo para ti. Lo único que me falta es que tu sangre corra por mis venas, te siento parte de mí, de mi vida. Lo eres… lo sabes?
Te llore mil noches en silencio porque te necesite. Pero ahora estas aquí y sonrío. Te tengo y esta vez no te dejare ir. Y nos amaremos como hermanas hasta la eternidad, seremos amantes de la luna a escondidas, veneraremos el sol, el viento y el agua. Tu mano enlazada a la mía. Tu vida y la mía juntas hasta el fin del mundo porque ni siquiera la muerte nos separará.
Por:
Muñeca Delgado de Jesús
Julio 24 de 2009
3:31 pm
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