miércoles, 23 de septiembre de 2009

Mi orgasmo!

Mujer es igual a complejidad. Trabajo, fastidioso jefe, tres hijos, un hogar que mantener, un esposo que enamorar cada día para que nadie me lo arrebate, nada de descanso, estudios, mas trabajo, las faenas del hogar, los tapones en las carreteras de Puerto Rico, acostarme tarde, levantarme temprano, volverme loca … al fin de la semana solo deseo descansar, tener unas horas para mi, mi espacio. Cansada de todo, llego al trabajo dispuesta a renunciar y me reúno con mi jefe. Le sonrió, lo miro directo a los ojos y le digo: “Es un placer para mi trabajar en esta compañía pero estoy exhausta, no tengo vida, no duermo, no paso tiempo con mi familia, no tengo mi espacio, me voy a volver loca y antes que eso suceda… RENUNCIO”. A mi jefe se le aguan los ojos y me dice: “Piensa las cosas con calma, tomate unas vacaciones pagadas por la compañía para ti sola, pero regresa, te necesitamos aquí”. Vacaciones pagas? Justo lo que necesito. Pensar, estar sola. El me dio a escoger a donde quería irme por una semana, sola, sin responsabilidades, todo pago… que escogeré? EUROPA? HAWAII? ARGENTINA? CHINA? … Un recorrido por Europa sería perfecto. Mañana será el gran día. Me voy del trabajo voy a casa, preparo una suculenta cena para cuando llegue mi esposo y mis hijos. Una vez terminamos de cenar, los niños se asearon y se acostaron a dormir. Decidí decirle a mi esposo que mañana saldría de viaje por una semana, le explique cuanto lo necesitaba y él como siempre me comprendió. Me dijo que descansara, que me divirtiera, que él se encargaría de todo en la casa y de los niños. Prepare mi equipaje, dormi como nunca. Me llevan al aeropuerto a eso de las ocho de la mañana. Verifican mi equipaje, recojo los boletos y me encamino hacia el avión. Un vuelo largo pero excitante. Al salir del aeropuerto en Paris un taxi esperaba por mí y me llevo al hotel. Hago el tedioso check- in y cuando llego a la suite (si porque era una suite) WaOo! Una cama que me daba sueño sin tenerlo, una pequeña barra para mi sola repleta de costoso whiskey, un baño con jacuzzi, simplemente de lujo. Decidí llenar el jacuzzi de agua caliente y burbujas, mientras acomodaba mis ropas y mis artículos personales. Me quito lentamente cada de pieza de ropa que traía puesta, abrigo, pantalón, blusa, ropa interior… todo! Suelto mi cabellera, pongo la luz del baño a medias, enciendo la radio y escuche esta única música relajante en un idioma que ni conocía. Procedo a introducir mis pies lentamente en el jacuzzi, el roce del agua fue cálido, hermoso. Llevo mi cuerpo al tibio lecho y respiro paz. Mis cinco sentidos agudizados. Conexión mente-cuerpo. Solo yo conmigo misma. Observaba a lo lejos por la ventana la maravillosa arquitectura de Paris, el cielo, la torre Eiffel, todo era exquisito, una dosis de tranquilizante natural. Recorro mi cuerpo con una esponja llena de jabón líquido, siento como remuevo cada célula muerta en mi cuerpo. Rasgo mi cuero cabelludo, enciendo los masajes, siento mi torrente sanguíneo circulando por mis venas, respiro puro oxigeno, pura vida. Enjuago mis cabelleras, mi cuello, mis senos, mis piernas, mi sexo… mi cuerpo. El toque de las yemas de mis dedos es más dulce que una caricia, más suave que los pétalos de una rosa. Mis manos hacen que mi mente alucine, olvide, imagine. Siento como el agua recorre mi columna vertebral, mi cóccix, mis glúteos. Al abrir los ojos noto mi respiración acelerada, mi corazón palpitando fuerte y me doy cuenta que estoy sumamente relajada, excitada. Mi libido en las nubes. Permito a mis dedos transitar mis senos, mis pezones, el camino hacia la dicha. Me encuentro a mí misma, siento mi húmedo genital la clave de la reproducción. Exploro cada hueco, cada línea, cada espacio vacío dentro de mí, gimo del placer que mis dedos causan en mi estructura corporal. Veo el cielo parada en la punta de la torre más conocida en el mundo. Siento brisa fresca en mi fisionomía. Justo cuando veo las estrellas, siento una explosión dentro de mí, algo inexplicable, cosquillas, miedo, hormigueo, cansancio, amor por mí, algo llamado orgasmo. Al culminar siento mi mente vacía, nada de obligaciones en ella, ni un solo temor, nada de responsabilidades, ni sufrimientos pasados. Soy yo… solo yo. Y me encontré con esa mujer fuerte de carácter pero frágil. Con esa que jura ser la temida por todos y solo teme de ella misma. La mujer complicada, incomprensible, que ve todo desde un punto de vista muy diferente al de todos. Y veo como voy cayendo en tiempo y espacio. Y agradezco al infinito por mi vida, por ser como soy. Salgo de mi momento y el cansancio me vence. Voy a la deliciosa cama y duermo como un ángel. Decidí que el restante de los días que me quedaban allí, tres horas antes de acostarme a dormir, serian mi momento, donde produciría miles orgasmos y donde encontraría mi alma… Y así fue!


Por:

Muñeca Delgado de Jesús

9-9-09

8:05 pm

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