Si tus labios son un pecado, declaro ser pecadora. Confieso que te observo y aun sabiendo que no te puedo tener, que eres prohibido, te deseo y peco; y pecare siempre que te vea, cuando te vea en mis sueños, cuando nos encontremos por casualidad y seguiré pecando porque me encantan tus labios sin haberlos probado, porque es casi imposible borrarte de mi mente y peco. Que si mil leyes me prohibieran pensarte las incumpliría todas y seria encarcelada con gusto y con más gusto cumpliría mi condena. Quisiera desenvolver mis cinco sentidos contigo… usaría mi vista para contemplarte desnudo, mi olfato para recorrer tu piel y rogaría porque tu olor se quede impregnado en mi nariz, usaría mi boca para degustar la tuya, mis manos y mi tacto para acariciar cada marca en tu cuerpo, por ultimo agudizaría mi sentido de la audición para oír cada suspiro, cada gemido que provoque en ti. Juro cometer pecados a través de los siglos siempre y cuando tú estés ahí para hacerme cometerlos. De tan solo imaginarte enloquezco y me dan ganas de romper mi pacto conmigo misma de no comunicarme, que cinco días me parecen una eternidad y más difícil se me hace al ver que no me has extrañado. Y sigo cometiendo pecados. Cada vez que me aborrezco tu imagen viene a mí y me hace complacerme. Mis manos recorren mi cuerpo y mi mente me hace creer que eres tú y grito, grito de placer, de coraje, de miedo y peco. Peco al sentirte sobre mí, al escuchar tu boca nombrarme, al ver tus manos haciéndome temblar, al sentir tus labios húmedos sobre mis pechos, al tocar tu pelo y al besar tus labios. Y me encanta pecar imaginándote, me encanta simplemente imaginarte ahí quieto en mi cama, cansado, dormido. Mi vida se acorta al no tenerte cerca. Mi amor es puro. Vi a un ángel hermoso y estoy segura que me sonrió, ese ángel eras tú y no supe que hacer porque sé que nunca estarás conmigo se que nunca serias mío y duele. Deberías estar conmigo, pero entiendo que ya es hora de que acepte la realidad nunca estaré contigo, tu nunca estarás conmigo. Pues solo me resta seguir pecando por imaginarte, mirar adelante y conformarme con tus viejas fotografías, con el pobre recuerdo que tengo de ti de aquella noche en mi auto, yo sobre ti, tú detrás de mí, yo caída sobre tus piernas, yo pidiendo perdón de rodillas sin ser perdonada. Qué bien se sintieron tus manos en mi, que difícil será olvidarlas. Que mirada la tuya tan penetrante, tan profunda y a la vez tan perdida, tan confusa. Ya no perderé mas el tiempo esperando que algo suceda, perderé el tiempo imaginando que sucedió, que me perteneces, que eres mío, que por fin me viste con otros ojos. En las noches tengo frio y ahí apareces tú, en la mañana te nombro y despiertas a mi lado, durante el día te llamo y hablamos mil horas… QUE BUENA IMAGINACION LA MIA NO? Me duele ver la realidad… que en las noches muero de frio y no estás, que en las mañanas despierto y ahí no estás junto a mí, que te llamo y no contestas, pero que se puede hacer, si esto es lo que el destino me depara, si esta es mi vida y no tengo que hacer más que vivirla sin ti. No mas lagrimas, no mas sueños, no más dolor… te amaré en silencio. Solo avísame cuando quieres que rompa con él y le deje saber a los cuatro vientos cuanto me gustas y cuan dispuesta estoy a entregarlo todo por ti. Y seremos amantes hasta el final de los días y nos amaremos eternamente. Y te escribiré diez libros de quinientas páginas de amor y seré tu poeta en el calor, en el frio, en la luz y en la oscuridad, en la tristeza y la felicidad, en las altas y en las bajas. Y solo por ti viviré y solo por ti viviré. Dormiré abrazada a ti, te besare por tres días corridos y te hare feliz. Y volveré a pecar al perderte sin tenerte.
Por:
Muñeca O. Delgado de Jesús
4 de junio de 2009
11:08 am
No hay comentarios:
Publicar un comentario